martes, 8 de marzo de 2011

No tengas miedo



Es de noche. El viento, a fuera, ruge y abraza a los árboles. Se comporta como un salvaje, solo para llamar la atención... Toda la luz que hay, es la que desprenden las farolas, de color naranja, que apenas llega a ésta habitación.

No tengas miedo- Me susurra al oído. Y siento como sus dedos, recorren mi rostro. Como tiernamente, coloca mi pelo detrás de mi oreja. Los dedos de su otra mano, quedan entrelazados entre los dedos de la mía. Su rostro, roza, suavemente el mío. Sus labios, se acercan, con dulzura a los míos.

Y, de pronto, el mundo entero queda tan pequeño, que cabe, aquí mismo. No hay espacio entre los dos. No hay palabras, porque en un silencio como éste; eterno, fugaz, dulce y sutil, solo es necesario sentir que estamos aquí, que me rodeas con tus brazos, y que eres tú y nadie más; pues, en silencio lo decimos todo, absolutamente todo, sin palabras.

Solo suena una dulce melodía, que trata de unir nuestros corazones, en un fuego que solo durará esta eternidad, en un instante de felicidad, de plenitud, de tranquilidad y calma, de delicadeza, en que... solo existimos uno solo.

Solo deseo, que esta felicidad que ahora sentimos, dure para siempre... así que, ven conmigo, hasta el horizonte, en este mar lleno de un solo corazón... nuestro corazón.

lunes, 7 de marzo de 2011

No te olvidaré... prometido


¿Sabes? En todo este tiempo... en el que has estado fuera... no ha habido un solo momento en el que haya dejado de recordarte. Cada vez que daba un beso, un abrazo, cuando reía a carcajadas, cuando acariciaba; incluso, cuando tomaba decisiones, pensaba si a ti te parecerían correctas... si pensarías que iba por el buen camino.
No pienses, que dentro de unos años me olvidaré, si lo pensabas, estabas equivocada. Porque, eras tú quién me daba cariño, quién, con abrazos, caricias, besos... y dulces palabras me hacía comprender, el significado de la vida...
Y, tampoco olvidaré tu voz, ni el calor de tu paciencia, ni tu amor. Siempre te echaré de menos, tus sonrisas, tu comprensión, y la suavidad de tus manos... y la ternura con que me hacías ver que estabas a mi lado.
Sobretodo... aunque te hayas ido, sigues aquí, dentro de mí, y no vas a desaparecer nunca, aunque no pueda verte... eres... un sol dentro de mí, que me llena de valor, que me hace ser fuerte, y que me hace dar lo mejor de mi.
Por, eso... te prometo que nunca te voy a olvidar.