Unas cuantas frases no dichas a tiempo. Unas cuantas palabras escapadas a desgana. Una fuerza fallecida en tu interior. Sentimientos que jamás llegaron a manifestarse, que murieron prematuramente. Antes de si quiera sentir el primer roce.
El roce de una mirada, el tacto de alguien que les abrazara. El roce de una compañía.
Un momento tan efímero como indefinible.