miércoles, 2 de octubre de 2013

Bala en desamor

Cuando la bala salió disparada se llevó consigo todo lo que me había consumido durante tanto tiempo. Recubierta de la hiel de todos aquellos años en que nunca conseguí encontrar un motivo que llenara mi vida. Y que lo que realmente significó algo lo dejé tirado a sus pies, sabiendo que nunca sería para mí. Esa bala contenía todos los lamentos y todas las noches tirada junto al mueble del comedor, cigarrillo tras cigarrillo, con los ojos hinchadísimos de tanto llorar. Pude sentir en aquel instante el eco de las palabras que me destrozaron. Una vida derramada en un amor que nunca iba a ser correspondido. Viajé toda mi vida en soledad, entre las sombras y que todo lo que intenté jadear no fue sino en vano, únicamente contribuyendo a la amargura. Todo el desprecio recibido, resentimiento, lamento, rencor. Todo. Todo acabó en la bala que atravesó la piel de mi víctima, la piel de mi único amor.

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