Se fue

Te llevaste de mi la niña que iba cogida de la mano de su madre. La que se escondía bajo la cama cuando tenía miedo. La que dibujaba nubes azules y soles con arcoiris  en hojas de papel. La que se hacía daño por tropezar después de correr entre juegos. La que hacía castillos de arena a la hora del recreo. La que se subía en columpios y se inventaba historias para soñar. La que lloraba por cualquier cosa.
Dejaste lágrimas a tu paso, episodios de odio desenfrenado, en tu huella solo había dolor. Solo quería acabar con ello como fuese. Solo quedaba una agonía por tu ausencia. Por pensar que tu eres, has sido y serás lo único que ha llenado. Dejaste algo llamado desamistad, algo oscuro, un pesar que envolvió todo mi ser y se alimentó de mi bondad, de mi felicidad, de la luz. Solo quedó un ser diminuto, en un infinito mar de amargura y desesperanza.

Enseñame a caminar.

¿Me das la mano?

Sola

Paro de estudiar para contaros algo. Contaros la historia de una chica que vive entre mil miserias. Una chica que vive en una tormenta constante. Entre las mentiras que quedan como supervivientes de amistades perdidas, de una vida pasada.


Los errores arruinaron su vida, acabaron con su felicidad. Lo último que escuchó fue el adiós de la persona que quería después de hacerle mucho daño. Cierra los ojos y tan solo es capaz de escuchas sus voces, en especial la suya. Desea que todo acabe, que vuelvan a su lado como si nada hubiese pasado. Que le quieran como antes, que le echen de menos igual que ella, gritarles que no soporta esa situación.

Pero sin embargo está sola en el silencio y en el vacío. Oscuridad. Se pregunta si hay alguien ahí. Y, de repente, suena una nota de música en la lejanía...

Pensamientos de una mente enferma VI

Te quiero de la misma forma en que los rayos de Sol abrazan tu mirada cada mañana (y vuelve una y otra vez).

Pensamientos de una mente enferma V

Que si me dices al oído que me quieres... me olvido de respirar y de pensar.

Pensamientos de una mente enferma IV

Todas las cosas que me dices al oído, todos tus besos y todas tus caricias. Es tu voz susurrando al compás de tu respiración. Son los sueños que hacemos realidad los dos juntos. Son todas las cosas por hacer. El camino que recorremos cogidos de la mano. Es cuando miro a tus ojos y me pierdo en un océano de belleza. 

Es todo eso lo que hace que al despertar me ciegue la luz de tu recuerdo.

Pensamientos de una mente enferma III

Que des que comença el dia, fins a l'hora de dormir, una veu tendra i senzilla, endolceixi el teu camí.

[Els Pets - Feliç]

Pensamientos de una mente enferma II

Intento callar las voces de mi cabeza; ellas gritan más fuerte tu nombre.

Pensamientos de una mente enferma I

Si sigues en mi cabeza estallaré y lo pondré todo perdido de sonrisas y algún que otro abrazo para tí.

Si te vas, acuérdate de mí.

¿Por qué todas las personas que son importantes para mí, se marchan tan rápido de mi lado? Y cuando lo hacen parece que sea tan fácil para ellos... ¿Por qué es tan efímero el amor o aprecio hacia alguien? Personas que significan tanto para mí... y se van tan súbitamente... Me dejan sola, en la oscuridad.

Me pregunto si tardará mucho en salir el Sol...

Huyendo.

Aunque está claro que siempre acabaré eligiendo todo aquello de lo que siempre quise escapar...

 

Imagina.

Imagina que aprendes a volar. Imagina que los sueños son de papel. Imagina que puedes hacer un avión con ellos y volar allí donde los sueños son realidad.

Nunca os olvidaré II

Vuelvo a estar en el final. Ha sido una experiencia maravillosa. Hemos compartido y recorrido miles de experiencias. Ha sido intenso. Me habéis llegado muy fácilmente. Me habéis atrapado. Siempre (desde que existe siempre, para nosotros) habéis estado ahí sin dudar, sin pensar en nada más. Me habéis dado todo el cariño que puede desear una persona. Me dais todo lo que necesito. Gracias.
Hemos estado recorriendo esta distancia que me separaba de mi objetivo juntos. Y ahora estoy muy cerca y a la vez muy lejos. En el camino habían obstáculos, y nuestras rodillas se doblaron en alguna ocasión. Pero fuisteis vosotros quiénes me disteis la voluntad que necesitaba para continuar adelante. Porque sois y habéis sido mi voluntad para no rendirme y luchar por lo que quiero. Gracias.
Dejad que las luces se enciendan y así podamos  ver todo nuestro esfuerzo y sueños cumplidos. Dadme un abrazo una vez más... antes de que me vaya.